En busca de un plan B

Resulta que la Real Sociedad solo había ganado uno de sus seis partidos de Liga en casa y eso ocurrió contra el colista Valencia; resulta que había perdido en Letonia el jueves un partido de Europa League y que sus jugadores tuvieron 24 horas menos de descanso que los del Barça; resulta que el Barça llevaba ocho años sin perder en Anoeta; resulta que tenía un promedio de 3,5 goles por partido; resulta...

Pues resultó que el Barça se quedó no solo sin marcar ante la Real, sino que no disparó ni una vez a gol. ¿Por qué? Por el sistema diseñado por Imanol Alguacil, que le hizo un traje a la medida.

El técnico donostiarra prescindió del medio campo y puso cinco defensas leñeros (17 faltas a seis) para despejar balones por el sistema de patada a seguir (hasta 27 saques de banda realizó el Barça), lo que obligó al equipo de Flick a replegarse una y otra vez. La táctica del fuera de juego colapsó (cuatro los azulgrana por tres su rival) y no hubo contragolpes al no haber espacio para canalizarlos. Del desastre dan fe los números: 611 pases, 70% de posesión y 0 disparos entre los tres palos. Con el 30% de posesión la Real chutó hasta seis veces a gol y lanzó más saques de esquina (siete a seis).

Lo malo no fue la derrota. Lo malo es que, si no hay un plan B para superar semejante planteamiento, los rivales habrán tomado cumplida nota de como anular la aplastante eficacia azulgrana (55 goles en 17 partidos). Resumirlo todo a la ausencia de Lamine o la manipulación del VAR a cargo de la basura arbitral es sustraerse a la realidad. A Flick le toca resolver el problema.

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