Si, en Bolivia se hace vino, y del bueno. Bolivia lleva siglos haciendo vinos que, por las condiciones propias del país sudamericano, se elaboran a más de 1.600 metros de altura, llegando a superar los 2.000 metros en algunas zonas. Vinos estructurados, con mucha calidad, elaborados con artesanía y buen hacer… los vinos de Bolivia buscan hacerse un hueco en el complicado y agresivo mercado vinícola.
Y para hablar a fondo sobre ello, nos hemos sentado con todo un experto en el tema: Luis Fernando Guzmán Bejarano, uno de los mayores entendidos de vinos de Bolivia y autor de la “Guía de Vinos y Singanis de Bolivia”.
Historia de los Vinos de Bolivia
La vitivinicultura en Bolivia comenzó con la llegada de la uva durante la colonización española a través de dos rutas: la Conquista del Perú y la Conquista del Río de la Plata. Desde Panamá hasta Cuzco, la uva llegó a los valles de La Paz, Potosí y Chuquisaca, donde se establecieron las primeras viñas. Paralelamente, la uva llegó desde España a Asunción y luego a los valles cruceños, expandiéndose a otras áreas como Chilón, Mizque y Vallegrande.
En los 1600s, la región de Charcas, especialmente Tarija, se convirtió en un centro vitivinícola. Durante el Imperio Español (1540s-1825), diversos grupos étnicos y religiosos impulsaron la producción local con apoyo de la corona. Las Reformas Borbónicas y la Guerra de la Independencia fortalecieron la producción en Santa Cruz, Tarija y los cañones de Cinti y Cotagaita. Sin embargo, la República de Bolivia experimentó una decadencia en la producción agrícola, aunque regiones como Tarija y Santa Cruz mantuvieron viñedos caseros y Cinti destacó por sus haciendas.

La Revolución de 1952 revitalizó la producción vitivinícola mediante cooperativas en Cinti. En los 1970s, figuras como Julio Kohlberg Chavarría introdujeron nuevas técnicas en Tarija, y en los 1990s, la producción se diversificó con vinos varietales de cepas internacionales. En los 2000s, proyectos como Vinos 1750 en Samaipata contribuyeron al renacimiento vitivinícola, posicionando nuevamente a Bolivia en el mapa mundial.
Regiones y viñedos en Bolivia
Los vinos de Bolivia, se caracterizan por que toda la producción se establece en la categoría de Vinos de gran Altura, dado que la producción de TODAS las uvas en Bolivia se cultivan en altitudes que van entre los 1.600 a los 2.600 msnm, lo cual otorga un ecosistema particular a los valles. Los viñedos son producto de una trayectoria llena de desafíos, lo que permite en el producto final un terroir característico de los valles bolivianos. Gracias a esta altura el vino boliviano es singular y expresivo, con aromas intensos, colores y taninos fuertes, y sabores especiales que reflejan la esencia de la tierra, los principales valles son:
- Valle de Tarija: Este valle es uno de los más importantes y reconocidos en Bolivia. Ubicado al sur del país, a una altitud que varía entre 1.600 y 2.000 metros sobre el nivel del mar, Tarija se caracteriza por su clima templado y soleado, lo que permite una maduración óptima de las uvas. La región es famosa por producir vinos de alta calidad, con un buen equilibrio entre acidez y cuerpo, y singanis aromáticos y frescos.
- Samaipata: Situado en el departamento de Santa Cruz, a una altitud de alrededor de 1.750 metros sobre el nivel del mar, Samaipata se beneficia de un microclima único que combina temperaturas moderadas y una gran luminosidad. Los vinos de esta región son conocidos por sus sabores frescos y frutales, con una buena acidez por la característica de los suelos.
- Valle de Cinti: Este valle, ubicado en el departamento de Chuquisaca, es conocido por sus viñedos centenarios y producción de variedades criollas, situados a altitudes que pueden alcanzar los 2.600 metros sobre el nivel del mar.

Las uvas con las que se elaboran los vinos bolivianos
El principal cultivo de uva en Bolivia es Moscatel de Alejandría, variedad emblema del país y materia prima en la elaboración de vinos y singanis, además de consumirse como uva de mesa.
Gracias a la investigación y años de trabajo de diferentes bodegas nacionales, hoy Bolivia ofrece una amplia variedad vinífera destinada exclusivamente a la elaboración de vinos. Entre las principales cepas se puede mencionar a Cabernet Sauvignon, Syrah, Tannat, Merlot, Malbec, Petit verdot, Sangiovese, Marselan, Cabernet Franc, Pinot Blanc, Ugni Blanc y Riesling, entre otras.
¿Cómo son los vinos de Bolivia?
Los vinos de Bolivia se caracterizan por ser “Vinos de Altura”, por su origen en viñedos que se encuentran a una altitud que varía desde los 1.600 a 2.600 m.s.n.m. La viticultura boliviana es considerada “heroica”, justamente por su difícil condición geográfica ya que las viñas se cultivan donde generalmente el resto del mundo vitícola deja de producir, es decir en alturas mayores a los 1.600 m.s.n.m. y refriéndose a que Bolivia se encuentra fuera de las franjas vitícolas mundiales (latitudes norte y sud), ubicándose en la franja de los 21° Latitud Sud (valle Central de Tarija).
La altura de sus valles (superiores a los 1.600 m.s.n.m.), logra una corrección del clima, de lo contrario sería un clima tropical o subtropical), lo cual permite una viticultura propicia para la elaboración de vinos. Esto les da unas características a los vinos con un perfil aromático distintivo y una notable concentración de polifenoles y flavonoides, como el resveratrol y la quercetina, que además de contribuir al sabor, son beneficiosos para la salud.
La altura y el clima, particularmente la luminosidad, favorecen el sabor de los vinos, donde la concentración de compuestos beneficiosos es mayor. En definitiva, el espíritu del singani y los vinos bolivianos de altura está en el clima y los suelos donde se originan y en la tradición de los emprendedores vitivinícolas, cuyo esfuerzo ha sido galardonado internacionalmente, enalteciendo principalmente a Bolivia.

Otros datos de interés: bodegas, producción, exportación….
Según datos del Observatorio Vitivinícola de Bolivia, el país cuenta con alrededor de 4,960 hectáreas de vid, con el departamento de Tarija como el principal productor, representando el 71% de las plantaciones y el mejor rendimiento por unidad de superficie.
Bolivia tiene al menos 65 bodegas de vinos y singanis que producen aproximadamente 12 millones de litros anualmente. Aunque la mayor parte de la producción se consume internamente, la exportación de vinos ha crecido en los últimos años, destacándose en el mercado internacional gracias a premios en concursos y la participación en la feria Prowein en Alemania.
Las exportaciones de vino y singani boliviano comenzaron en 2014 y, aunque representan menos del 3% de la producción, han crecido exponencialmente debido a la alta calidad de los productos. Los principales países importadores son Estados Unidos, Reino Unido, China, Japón, Chile y Luxemburgo.
El consumo interno de vino en Bolivia es bajo; en 2012, el consumo per cápita era de 1.5 litros anuales, y se prevé que actualmente es de 2 litros per cápita anuales.